lunes, 29 de diciembre de 2008

resaca navideña

Hoy 29 de diciembre, a 4 días después de la debacle, surgen las reflexiones y los alientos dejosos a absurdo delirio navideño en el que incurrimos (casi todos) como buenos yanquis.
Es casi la misma sensación al día siguiente de habértela repegado y sucumbido a los encantos de una buena terapia revienta neuronas para no pensar tanto. O cuando terminas llamando al gil luego de pasártela intentando ignorar el cel, el fijo, el mesenger y cualquier otro medio de comunicación cercano que afrodisiacamente te induzca a cometer ese acto que sabes muy bien, NO DEBES COMETER. (A cualqueir indicio de duda favor no llamar, confia en tus pálpitos, él no te extraña)
Pero así es, uno se sabotea y se sabotea constantemente a pesar del pronóstico de malestares evidentes y la Navidad no es otra cosa que otro mounstruo que tienta con su apariencia inofensiva para llevarnos a la epilepsia consumista.
Se acabó la fiesta ¿ y ahora qué? Solo queda la resaca y la recapitulación de los pasos en falso que diste comprando de más y entregando de más por "nada". O sí, más bien por las luces, la musiquita de fondo en las tiendas y los comerciales de televisión prometiéndote la felicidad eterna, los suculentos carteles de 50% de dcto y la foto de Valeria Masa llevando puesto el vestido que pensabas usar en año nuevo.
Por eso mismo aquí tres consejos saludables para pasar piola por estas fechas:
-Hacer una lista previa de regalos antes de salir de compras, para no dejarse sorprender con el cerebro vacío ante tanta bomba publicitaria.
-Regalar si y solo si tienes conciencia plena de que no te dolerá el no encontrar retribución alguna, ni etiquetita con tu nombre en los regalos al pie del árbol.
-Evitar, sobre todo por este lapzo, visitar centros comerciales, ver películas navideñas y ojear los encartes publicitarios que llegan con el Comercio.

Gracias por su atención
Hiperestesia les desea a todos una Feliz Navidad y un próspero año nuevo.

martes, 23 de diciembre de 2008

10 razones por las que puedes quererme

-hago el mejor pie de limón de Lima, el original, con galletas de vainilla, pura leche condensada y limón de verdad exprimido a mano. Nada de masa pastelera, ácidos extraños ó adulteraciones con leche evaporada.
-tengo la risa fácil, ponme una película de Ben Stiller, friends ó cualquier gringada comercial y deschávate con tu repertorio de bromas mongas, que siempre encontrarás una risueña acogida
-cuando chupo, chupo. Nada de piñas coladas ni traguitos dulces, invítame whisky, pisco ó algun alcohol de verdad pa que conozcas mi faceta "Reyna de la fiesta"
-me encanta la ropa, odio mi pelo y hablo con cierta entonación aguda característica... pero escribo mis poemas
-cuando pinto uso muchos morados y fuxias, algo bueno debe significar; calidéz, inocencia, alegría, mucho amor para dar, ¿ó que soy una fresaza camuflada?
-para estar contenta sólo necesito un amanecer de verano, con una ventana gigante por donde pueda ver el sol iluminando las casas y los árboles. También puedes llevarme a Máncora ó algún lugar del caribe cuando sea invierno para mantenerme en ese estado , todo tiene solución.
-tengo los ojos marrones, redondos e imprudentes, no se callan nada, por ahí puedes ver todo lo que no digo ó digo para adentro cuando me preguntas y esperas que salga algun sonido de mi boca
-suelo ponerme roja luego de algunas actividades, y me quedan bien las chapitas sobre los cachetes que no puedo desaparecer de mi cara.
-me emociona la navidad y la celebro como si aprovechara la excusa para sonreir más, querer más, alegrarme más con cualqueir huevada
-estoy algo perdida, si ¿se puede pasar caleta por la vida y librarla cuando estas así?...q miedo.

miércoles, 17 de diciembre de 2008


Yo vivo en Rodolfo Rutté. La misma calle donde vivió mi bisabuela de parte de abuelo, mi bisabuela de parte de abuela, mi abuela de parte de madre, mi madre y mi tía abuela.

Aquí el tiempo se ha detenido en un ritmo muy pausado y un escenario poblado de señoras de pelos ondulados recogidos sobre el cuello, vestidos floreados, largos hasta las pantorrillas gordas que descanzan sobre sus pies con chanclas. Así como Nora; mi tía abuela, Vilma la vecina y Aida la otra vecina que siempre mira desde su valcón y núnca saluda.

Hoy es 16 de Diciembre de 2008, han pasado 12 años desde el 96, 12 años y miles de planes y cambios que al final me condujeron a esta misma casa que alberga a mi familia y compañeros desde hace más de 80 años. La última de las casas donde pensé aterrizar, quizá por miedo a convertirme en una de esas señoras que ahora comparten conmigo la cotidianidad y con un saludo me hacen caer en cuenta del vestido floreado que llevo puesto, o la actividad ordinaria que estoy realizando, como comprar en la bodega el papel de Navidad para mi naciemiento.

Generaciones de madres de mi familia han pasado por esta casa. Han cocinado al medio día el almuerzo mientras escuchaban el sonido de las voces de las casas aledañas subiendo por los conductos de ventilación, entrando por las ventanas, traspasando paredes y techos. Con el televisor encendido para no perderse la novela, ó escuchando las canciones que las transportaban donde sus sueños no alcanzaron a llevarlas. Celebrando la ceremonia de la vida, mientras yo ahora hago un alto y corro al espejo a ver si ya me convertí, si me veo igual que ellas a pesar de mis esfuerzos por correr en el sentido contrario.

Escucho la voz de Camila contándole a Nora lo bien que salió en el colegio. Ella le pregunta que cocinaré yo. Camila contesta que guiso de atún y confirmo que sí; soy una más, una más de estas madres de clase media en una calle de Magdalena, interpretando la rutina universal del individuo común y silvestre.

Salvo las manchas de pintura en mis manos rescatándome del medio día inherente a la comunidad rodolforutiana, soy la misma, una copia de mis predecesoras, desde la más sumisa hasta la más revelde, desde la más abnegada y conforme, hasta la más reacia a ser lo que uno es: "Una madre que cocina".

Son la 1.30 y debo enjuagar los pinceles. Abandonar el viaje de lilas para entrar en los rojos del tomate que debo picar y el verde de la albahaca que me encanta en la salsa roja.

Aterrizar y celebrar la vida, aunque aún me cueste descifrar como llegué aquí tan rápido.

viernes, 12 de diciembre de 2008

debería estar trabajando en vez de...



Debería estar investigando ahora mismo en google sobre los vinilos decorativos


Debería estar ganando 100 soles la hora mientras divago y me doy el lujo de estrezarme y dejar para después la idea molesta de tener que rentabilizar mi tiempo. Yo me doy el lujo de huevear bien hueveado sin tener ningun brillante plan amortiguador que sostenga mi modo de vida


Debería estar trabajando en vez de retozar las horas de las horas en la cama de J. "En lo que sea". Llevo unos quince años preparando o preparándome para preparar una exposición de pinturas, de lámparas o de algun ingenioso objeto que justifique mi existencia.


Aquí hay algun error, ó el tiempo ha pasado el doble de rápido y me han robado 12 horas por día vivido desde el 96, ó yo me he quedado en estado catatónico, observando, sin poder espantarme las moscas que se paran en mi naríz y pasan de mí como el tiempo y su estúpida mueca inquisidora en el espejo: ¿Qué has hecho?, ¿qué has hecho? Mientras va desencajando mi sonrisa veinteañera y me resondra.


Debería pararme ahora mismo de esta silla, en lugar de criticar a la huevera sin verguenza que chatea a mi lado sin paltas, mientras yo torurándome igual hueveo. No ato ni desato, pero sigo respirando. Algunas veces con dificultad y espasmos violentos que tuercen hacia abajo mis cejas, pero sigo respirando y comiendo y engordando y mutando a esta irreconocible versión de misma: Igualita, pero más arrugadita.

Debería haber ganado al menos un concurso literario, algun reconocimiento al "Talento por explotar" y/ó a las Metidas de pata con estilo y/ó al Abesado emprendimiento totalmente intrínseco, (por puro instinto de sobrevivencia e inconformidad con el sistema)

¿Debería haber aceptado una vida sosegada con M, tener más hijos y mi 4x4 en la puerta? NI ESO PUDE HACERLO BIEN

Debería prestar más atención a las lecturas y sugerencias de mi madre, en lugar de perderme en su voz mientras repaso los detalles de mi siguiente plan infalible, que resulta siempre ser inconsistente ó defectuoso.


Debería gastar en algún tratamiento regenerador del espíritu, antes de emprender siquiera la intención de planear. "Limpiar bien la casa", deshacerme del polvo, llorar bastante, acusar a quien haya que acusar con mi mamá para que le rompa el alma. Sin sentir verguenza, ni miedo, con mucho amor para mi y muchos campos lilas con árboles de corazones donde poder refugiarme.


Es ahí donde quiero ir.


Mañana si pinto